viernes, 10 de febrero de 2012

Z

Nunca pensé que te fueses a evaporar de esa manera.
Desapareciste de un día para otro y lo que realmente me duele es el recuerdo de querer hablar contigo y encontrar un espacio vacío.
Todos pensamos que sería algo pasajero, que volverías después de un tiempo, ya que, a pesar de ser raro en ti podría comprenderse.
Pero nunca volviste.
Tus amigos empezamos a preocuparnos, a preguntarnos si estarías bien, si te habría pasado algo o si simplemente estabas perdido en tu mundo por un tiempo... pero ni siquiera contestabas al teléfono.
Solía escuchar comentarios optimistas sobre tu paradero...que si eras un colgado, que si estarías haciendo alguna de las tuyas...pero yo no estaba tan tranquila.
Con el tiempo esos comentarios se disolvieron y los que todavía no tenían una idea negativa de todo esto comenzaron a convencerse: No era para nada normal.
Llamaron a tu casa y tus padres dieron un veredicto nada convincente a mis ojos pero que a más de uno le bastó para quedarse tranquilo.
Pero ahora que ni siquiera tu móvil está encendido ya no se que pensar de todo esto.
Solo necesito que vuelvas, tengo demasiadas cosas que contarte Zeta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario