domingo, 15 de enero de 2012

Tus pupilas, tengo un problema con tus pupilas dilatas... con tu cara de niño bueno y tus hoyuelos cuando sonríes. También con tus manos curiosamente desproporcionadas...
Pero has de saber que no me importa perderme en un bosque lleno de espinos, tampoco morirme de frio.
No me importa que llueva a cantaros cuando estamos perdidos en los confines del mundo.
No me importa si me mojo, pero solo si me mojo contigo.
Y tal vez, solo tal vez... vayamos camino a ninguna parte, pero mientras vayamos juntos de la mano mirar hacia Portugal desde ese castillo abandonado seguirá siendo una prioridad.